

Ser un buen anfitrión no es tarea fácil, hay que tener muchos detallitos en cuenta. Hoy os damos algunas claves para que los invitados quieran volver siempre a casa.
Los detalles marcan la diferencia, sobre todo cuando hablamos de preparar una mesa y recibir gente en casa.
Hay algunas claves muy básicas que debes seguir para triunfar: invitar con anticipación, tener variedad de posibilidades, atender a todos los invitados por igual… Estas reglas aplican a todo pero hoy nos vamos a centrar en la bebida, muchas veces la gran olvidada.
Hoy en día los gustos son de lo más variado en cuanto a bebida, se ha abierto un mundo de posibilidades. El vino es un clásico pero también podemos optar por bebidas naturales fermentadas como la kombucha, aguas de diferentes tipos, vermut, los clásicos refrescos o, incluso, cócteles.
Esa es la clave para ser un gran anfitrión: tener opciones para todos los gustos. ¿Cuál es el problema? Quizá se quedan abiertas diferentes botellas pero la solución es sencilla, taparlas bien para que se conserven en perfecto estado.
Además, para marcar la diferencia recibiendo a tus invitados podrás utilizar los marcadores de sus colores favoritos para diferenciar las copas. ¿Idea extra para ser el anfitrión inolvidable? Preparar una cata de vinos.
Y por último, la temperatura, conservar fría la bebida es indispensable para dejar un buen sabor de boca.